“Todos los que conoces, siempre te
preguntan si tienes una carrera, si tienes pareja, un trabajo estable… como si
la vida fuera una lista de la compra. Pero nunca nadie te pregunta si eres
feliz”. Hace unos meses leí esta frase en una publicación de Instagram, y hace
unos días borrando fotos de mi móvil volvió a aparecer y me removió muchas
cosas por dentro.
Es una pregunta a la que antes
temía mucho ¿A qué te dedicas?, cuantas veces he sentido que la respuesta que
iba a dar sorprendería a la persona que me pregunta… ¿pero solo te dedicas a eso? ¿y ganas
suficiente dinero para vivir?
Hace unos días leí un artículo de
Coach Cedric que hablaba sobre ser entrenador profesional en baloncesto de formación y me hizo pensar mucho.
Soy una persona que se dedica al
baloncesto desde hace muchos años y cada vez intento hacerlo de una manera más
profesional, entrene la categoría que entrene, el nivel que tenga el equipo o incluso
la edad de los jugadores y jugadoras que la componen. Si me pongo a pensar… soy
entrenadora porque quiero darles a mis equipos todo aquello que yo sepa para
hacerlos mejores, mejores jugadores, mejores compañeros, mejores personas, mejores
deportistas, mejores rivales… mejores en todos los sentidos y valores en los
que podemos entender el deporte.
Si echo la vista atrás aún me
acuerdo de Juande, uno de mis primeros entrenadores del cole, creo que el
primero que me hizo de verdad pensar en que no valía todo para ganar, que tenia
que bajar el culo para defender, pero sobre todo que tenía que trabajar si quería
llegar a algo en este mundo, él me dio a mí lo mejor que él tenía, sacrificando
tiempo con su familia, amigos, pareja... ¿Cómo no tendría que hacerlo yo? Hoy
en día los jóvenes entrenadores tenemos una cantidad de información en nuestra
mano, cursos, videos, clinics, libros... que antes no tenían. Una información que
no sirve de nada sin ganas de evolucionar y de aprender un privilegio que
tenemos que valorar. Seguir formándonos es la mejor manera de estar a la altura
de nuestra profesión.
Cuantas más temporadas voy
pasando en los banquillos me doy cuenta que esto que yo he decidido hacer como
profesión en mi vida, es costoso, son muchas horas de trabajo, preparación,
planificación, trabajo en pista, horas de charla al terminar…días en los que te
vas absolutamente rendida, otros en los que piensas que por fin se ve la luz en
aquello que trabajas, pero en definitiva me doy cuenta del privilegio que tengo
al poder pasar tanto tiempo con jugadores y jugadoras que prefieren pasar el
tiempo conmigo antes de hacer cualquier otra actividad, ya que ellos no me
eligieron a mí, simplemente les toqué como entrenadora y ellos se quedaron a mi
lado. Cada vez veo más importante la colaboración con las familias, que sientan
de verdad que soy un agente formador más en la vida de sus hijos, una amiga, a
veces una enemiga, un apoyo e incluso aunque no siempre una referente, y sobre
todo que para mí son tan importantes como lo son para ellos.
Ser entrenadora de baloncesto y
querer algo que quieren tantos pero que hay tan poco sitio para todos es duro,
es frustrante pensar que a lo mejor nunca llegaré a la élite, ¿por ello seré
peor entrenadora? Siento cada vez una misión más importante la de entrenar y formar
a los jugadores del futuro, como bien dice Coach Cedric somos el nexo entre el
baloncesto de formación y la élite futura del baloncesto, que gran motivación y
a la vez que responsabilidad.
Cierto es y sabemos que todos los
que nos dedicamos a esto no lo hacemos por dinero, si porque es nuestra pasión,
disfrutamos enseñando y aprendiendo, es un reto contribuir en la formación de
una pequeña persona y tenemos que estar a la altura al margen de lo económico.
Como dice Sito Alonso “no podemos dejar que el jugador piense que trabaja más
que nosotros”.
Hoy a esa pregunta que para mí
era tan temida respondo que soy Entrenadora de Baloncesto, sin vergüenza, sin
miedo, con orgullo. Dedico mi vida a la formación de niños y niñas, de todos
los niveles y edades. Soy entrenadora, psicóloga, preparadora física, a veces
también enfermera, gestora de grupos, teleoperadora incluso, estudio, leo, veo
partidos… Invierto seguramente más horas que cualquier persona que trabaja en
su oficina 8h con un sueldo magnifico (que no critico en absoluto) pero también
respondo a la pregunta de si soy feliz de la misma manera, soy Entrenadora de Baloncesto
(qué más puedo pedir). Me gustaría responder a esto sin ver un gesto de rareza
en la cara de la persona que me pregunta, y que ser entrenadora de formación
pueda ser una profesión más y no que sea algo extra sumado a un trabajo fijo,
que bonito es soñar ¿no?
Quiero que dentro de unos años
alguno de mis jugadores se acuerde de mí como yo lo hago de Juande, pensando
todos los gritos que me pegaba, pero como me ayudaron a crecer. Unido a esto me
gustaría plasmar unas palabras que creo que son la cruda realidad del
entrenador:
“Un entrenador es
alguien que se cabreará con los jugadores por su bien. Que gritará porque sabe
que se puede dar más de sí mismo. Que sentirá más que nadie que las cosas no
están saliendo como se planearon y que se emocionará, también más que ninguno.
Alguien que
cuidará y velará por sus jugadores. Por su salud física pero también mental o
emocional, porque como buen entrenador sabe que el mejor de los rendimientos
pasa por un buen equilibrio emocional del equipo”. Prof. Jaime Reyes.
Cuando empecé con este blog no
era para otra cosa que no fuera crear un lugar donde si algún entrenador me lee
se sienta arropado, entendido, querido y acompañado. Si nosotros mismos no nos
valoramos nadie lo va a hacer, tenemos una de las profesiones más maravillosas
que existen, hagámoslo dando lo mejor de nosotros mismos, siempre pensando en
nuestros jugadores y jugadoras primero, no olvidemos que todo jugador
profesional tuvo antes de llegar ahí un gran entrenador o entrenadora de formación.
¡¡¡Quiero mandar Ánimo a los locos que como yo no se acuestan hasta que saben
que van a entrenar mañana!!!
EL PRECIO DE LA GRANDEZA ES LA RESPONSABILIDAD.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarAquí tienes uno de esos locos que, entre scouting y scouting a las tantas de la mañana, tiene tiempo de leer esto y sonreír por ser otro de los privilegiados por responder igual que tú a esa temida pregunta.
ResponderEliminarQue nada ni nadie te quite esa ilusión por seguir creciendo!!
Eres un grande amigo, gracias por tus palabras, solo los locos sabemos que esta es la mejor hora para trabajar!!!
EliminarExcelente!!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias!
EliminarTu dedicación y tiempo te hace ser una gran entrenadora y persona. Este año vamos a tener la suerte de trabajar juntas y será un gran aprendizaje poder estar a tu lado.
ResponderEliminarTú te reías de mi cuando yo decía SOY MATEMÁTICA!!! pues con orgullo tienes que decir que eres ENTRENADORA!
Somos unos locos que amamos esto y dedicamos todo el tiempo y más a disfrutar de unos y otros y de ti se aprende muchísimo! Enhorabuena!!
Yo me reiré de ti siempre.. pero es lo que te ha tocado, aguantarme jajajajaja, un reto añadido el trabajo que tenemos por delante y mejor aún si es con una loca matemática y entrenadora como tú!
EliminarMuy bien narrado y detallado todo. Extensivo a cualquier deporte, por descontado.
ResponderEliminarÁnimo y a seguir trabajando. Sólo por ese camino se llega a ser mejor.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarGracias Don Alberto!
EliminarDices que no sabes si llegarás a la élite, pero, perdona querida Cristina, ya estás en ella. Es más difícil hacer que un profesional anote una canasta o hacer entender a un niño qué es formar parte de un equipo? Hacer que un equipo senior ataque con un sistema libre o hacer entender a un niño qué es el compromiso con sus compañeros? Yo tengo clara la repuesta.
ResponderEliminarTe echa de menos tu amigo malagueño
Gracias por tu apoyo y tus palabras yo te echo más de menos!
EliminarEsto no puede estar mejor narrado y explicado. Un saludo! ������
ResponderEliminar