Venceréis, pero no convenceréis. (Miguel de Unamuno)

Me cuesta mucho dormir por las noches, creo que es una costumbre de mi cuerpo. Cuando era jugadora y a la vez entrenadora o simplemente me pasaba todo el día entrenando en el pabellón, me acostumbré a estudiar de noche, me acostaba cuando tenía mucho sueño y me ponía el despertador a las 4 o 5 de la mañana (aunque a veces alargaba hasta las seis), ya que no tenía más horas al día, para estudiar el examen que tenía ese día, terminar trabajos, deberes... Tengo la suerte de tener unos padres que me han apoyado siempre en ello y me han dicho siempre que preferían un notable y poder hacer aquello que es mi sueño a un 10 y ver que yo no era feliz.

Hoy en día, tras llegar a casa de entrenar con cualquiera de los equipos que entreno llego dándole vueltas y vueltas a la cabeza, cómo ha ido el entreno, que puedo mejorar, suelo ponerme en vídeo el entreno si lo he grabado y llego tan activa mentalmente a casa que es de noche cuando mi cabeza se dispara a analizar y pensar tantas y tantas cosas que a veces estoy hasta las 4 escribiendo cosas en mi libreta. En este post me gustaría tratar varios temas que creo que a todos nos ha pasado alguna vez, una es lo difícil que es seguir creyendo en tu trabajo cuando no llegan los resultados (en marcador) esperados, y otra es la soledad que sientes en este puesto de trabajo y la fortaleza mental que hay que tener.

Hace unos días tuve la oportunidad de tener una larga tertulia con un gran entrenador como es Jota Cuspinera, al que me gustaría dedicar esta entrada de blog ya que me hizo reflexionar tantiiiisimo, que no se cómo agradecerle ese tiempo que invirtió en leerse mi blog y analizarlo conmigo. Siempre he pensado que con este tipo de conversaciones es de la manera que más se aprende y es el objetivo que buscaba con este blog, aunque este costando mucho tener comentarios, pero no me voy a rendir.

Como decía, hablando con él le comenté una realidad que creo que nos encontramos todos en la mayoría de fines de semana cuando llegas al partido y llevas toda la semana entrenando con tus jugadores técnica individual ofensiva, defensiva, fundamentos técnicos, tácticos, hábitos, normas de juego y de equipo… pero llegas a ese partido le haces caso a tu entrenador en todo lo que te dice y te encuentras constantemente una jugadora metida en la zona, una presión zonal a todo campo en premini, bloqueos directos, indirectos, carretones… y hablo de mini eh! Y es cuando te mira una jugadora y con la mirada te dice ¿qué hacemos Cristina? Y a mí solo me queda animarlas y no dejar de creer en ellas, pero yo le pregunte a Jota ¿me estoy equivocando yo? ¿El baloncesto de formación esta cambiando tanto que este es el listón que nos vamos a encontrar? Y él me contesto que si había visto la peli de campeones, para mi sorpresa claro, yo le dije que sí, y él me recordó ese momento de la película en el que llega el entrenador de estudiantes y le dice al hombre que lleva la asociación, ¿Pero como les voy a enseñar a jugar a baloncesto si no saben ni correr? A lo que ese hombre le contesta, pues empieza por ahí. Y creo que esa es la gran respuesta para todos los educadores, docentes y personas que trabajamos con niños.

Llevándolo a nuestro terreno entendí que yo estoy haciendo lo correcto si es a donde llegan mis jugadoras, y sobre todo si yo doy el máximo de lo que yo sé. Eso me animó, porque a pesar de haber tenido una semana dura, cargada de derrotas y aunque no mal juego sin los resultados esperados me hizo volver a creer en todo aquello que yo creo, y mucho más aún ya que como he titulado este post que pondrán vencernos, pero no podrán convencernos si una jugadora sabe hacer perfectamente una defensa zonal en minibasket pero sin embargo no da ni un bote con la mano izquierda (siempre desde mi punto de vista).

Otra cosa que me comentó y se me quedó marcada fue que realmente ganaremos como entrenadores si tu haces una foto a principio de temporada de tu equipo y otra al final y te das cuenta de lo que han mejorado tus jugadores, de que el rendimiento de los jugadores ha subido, ese es el verdadero premio, aunque creo que es inevitable que a veces se nos olvide. Ganar no implica no formar, pero creo que no se puede ganar a toda costa, y esta es mi filosofía, formar, enseñar a competir pero no enseñar a dividir antes de que una jugadora sepa sumar, y me gustaría animar a todos aquellos que me lean a que sigan creyendo en todas sus ideas a pesar de que encuentren situaciones como las que he comentado antes.

Por último y para cerrar este post, me gustaría comentar que muchas veces el gran enemigo que nos encontramos nosotros mismos no son los rivales si no la soledad que se siente en este puesto de trabajo, aunque tengas mucha gente, aunque tus jugadores estén contigo, aunque cuentes con ayudantes en el cuerpo técnico, siempre serán tus decisiones para bien o para mal, siempre serás el responsable de lo malo, y el que se lleva menos mérito en lo bueno, algo con lo que hay que vivir y hay que tener esa fortaleza mental para saber que la mayor recompensa siempre será la mejora de nuestros jugadores, su sonrisa al entrenar, el cariño de esos padres que te apoyan, defender el escudo de tu club, sembrar esa semillita del amor por este deporte en los jugadores del mañana, que te encuentres un jugador que hace años entrenabas y venga a saludarte con alegría. Así que como dice el himno del Liverpool, you’ll never walk alone, nunca caminarás solo, y por eso espero que este post os de un poco más de apoyo, respaldo y animo de seguir a todos.

Aquí dejo un vídeo que me hace creer en todo lo que he dicho en este post, gracias a todos por leerme.

https://www.youtube.com/watch?v=jozw4Ry87z4