-Como
definición, un tiempo muerto es una interrupción del partido solicitada por uno
de los entrenadores de los equipos en juego, que nos da la posibilidad de
reunirnos en nuestro banquillo con los jugadores y así corregir errores, preparar
jugadas, cortar una buena dinámica del equipo rival o simplemente coger un poco
de aire para volver después a la pista.
Hace cuatro meses que no me pasaba
por aquí para escribir. He necesitado un tiempo muerto, algo largo, pero
necesario para colocar ideas y volver a empezar. No está siendo una temporada
fácil para nadie y creo que lo más importante es hacer aquello que nos motiva. Así
que es el momento indicado para volver a pista tras el tiempo muerto.
He decidido dedicar la primera
entrada del 2021 y después de tanto tiempo a mis enanos. Este año estoy
entrenando, entre otros, al equipo Pre-Benjamín Mixto del Club Náutico de Sevilla.
En total somos 28 jugadores, que tienen entre 5 y 7 años. Para muchos es el
primer contacto con el deporte, para otros el primer contacto con el
baloncesto, el primer partido de su vida ha sido esta temporada para la
mayoría, la primera canasta que han metido muchos. Una categoría preciosa sin
ninguna duda. Pienso que es fundamental llevar equipos de formación tan
pequeños para ser mejores entrenadores de categorías superiores en el futuro.
Esta categoría es el principio para
la mayoría, es poner las bases de gestos, detalles, hábitos…es empezar, pero a
la vez progresar. Es atar cordones mil veces, hacer coletas, coger manitas
cuando alguien se cae, que te llamen seño de nuevo es la realidad de entrenar
esta categoría. En definitiva, acompañarlos e intentar darles esas bases para
que el día de mañana sigan jugando y que se acuerden de los pequeñitos detalles
tan básicos que trabajamos todos los días.
Hace ya probablemente más de 10
años desde mi primera experiencia como entrenadora, y ahora más que nunca me
doy cuenta de la importancia que tiene aprender y divertirnos, sin que esa
diversión no se convierta en desmadre. Que difícil, pero a la vez que
estimulante es sentarse delante del cuaderno a pensar de que manera puedo explicarles
esto buscando una palabra que les haga recordarlo, a la vez que les cuento una
historia y así me están prestando atención porque es algo que les interesa,
pero no les aburre. Para mí mucho más difícil que pintar una jugada a mi otro
equipo nacional masculino, pero sin duda, mucho más divertido.
El agarre de balón, botar el
balón fuera del cuerpo, mirar al recibir el balón antes de tomar una decisión, saber
que es entrar y que es parar y cuando hacer cada cosa, botar con la mano mas
alejada al defensor, saber a quién defiendo, defenderlo por el lado que toca
usando la táctica del bocadillo de jamón, sacar detrás de las líneas, tirar con
una mano y dejar la cresta del gallo puesta, no jugar a rugby (es decir botar
el balón cuando me quiero mover con el), recordar que tenemos dos manos para
jugar, y que podemos cambiarnos el balón de mano… son algunas de las cosas que
trabajamos día a día.
Que importante, que básico y
fundamental es insistir en esos pequeños detalles que van a darnos tanto
después y que bonito es volver a valorar otras cosas que en definitiva no se
representa en un marcador. Estos pequeños me devuelven la verdadera esencia del
baloncesto y me hacen recordar aquellos primeros pasitos que yo di como
jugadora hace 24 años ya. Solo puedo darles las gracias porque como siempre
digo, nunca sabrán que ellos me enseñan más a mí que yo a ellos.
Quiero terminar esta entrada con
un texto que leí hace un tiempo y creo que es el ABC del entrenador:
Hay pequeños ojos que cada día
observarán lo que harás y jóvenes oídos que cada día escucharán lo que dirás.
Manos inexpertas que querrán
imitar lo que harás. Hay una pequeña persona que cada día sueña con llegar muy
lejos.
Tú eres el ejemplo de esa pequeña
personita que quiere crecer de la misma manera que tú lo has hecho, y por eso,
nunca dudes de lo que haces y de tu trabajo.
Sus ojos están abiertos hacia ti
y su mente joven está convencida de que tú tienes siempre razón.
Sé el mejor guía para nuestros
deportistas y personas del futuro.
A ellos, mis enanos.
Afortunados los enanos.
ResponderEliminarQue suerte tienen de tenerte como entrenadora
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